.
de mi primer viaje a Italia recuerdo, sobre todo, la intensidad y la gama de los sabores. como si alguien, cuando nadie miraba, hubiese vertido un poco más, como si de un ingrediente extra se tratase. recuerdo que nada más soltar el equipaje fui a desayunar y con la emoción de encontrar en el plano el coliseo solo atiné a pedir un café con leche al más puro estilo madrileño. mi sorpresa y la de mis papilas gustativas fue mayúscula. estaba en Roma con un café que sabía a CAFÉ y se me saltaban las lágrimas porque ya nunca volvería a tomar otro sin recordar a éste. las comparaciones son odiosas, lo sé, pero como no hacerlo.
hoy me han enviado un audio donde vuelve a salir el tema de la importancia del sabor. mi amiga Kat me contaba que pensaba ir a comer a una pizzeria en el centro de mestre. una pizzeria napolitana. ella siempre pide la Margherita. la más sencilla pero realmente la más complicada. sólo tres ingredientes para conseguir un sabor irrepetible. tomate, mozzarella de bufala y albahaca. si consigues que esos tres ingredientes funcionen entre ellos cualquier otra pizza de la carta será buena. en caso contrario lo mejor será ir a buscar otra pizzeria. escribir es como hacer una pizza Margherita. si consigues con un par de ideas crear una historia de cimientos sólidos podrás echarle por arriba todo lo que quieras. la historia como la pizza ganará en sabor y el comensal como el lector sabrá descifrar todos y cada uno de los ingredientes de la receta e irse a casa con esa sensación de plenitud que sólo dejan la comida y los libros.
.
en estos días donde todos opinamos sobre la pandemia y nos creemos conocedores de la verdad absoluta se me viene a la cabeza la fábula del elefante y los doce ciegos. un grupo de doce personas invidentes se toparon con un elefante, imagino que los elefantes son animales afables, y cada uno de ellos empezó a tocar lo que más Le pillaba a mano. todos estaban tocando la misma cosa, en este caso al elefante, pero cada uno de ellos tenía una versión diferente y que creían que la acertada. la pandemia como el elefante es demasiado grande para abarcarla en su totalidad y solo podremos hablar con certeza de aquella parte que tenemos ante nosotros, lo demás es todo suposición. es la perspectiva lo que hace que la historia sea diferente. y ninguna premisa invalida a otra. pero la ceguera no nos permite darnos cuenta de esto. puede que sea momento de una retirada antes de que el elefante, como la pandemia, se enfaden de tanto manoseo.
domingo, 14 de junio de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario