"Sólo dos segundo. Dos. A punto de zamparme una caja roja de Nestle
cuando los berridos del baby perforan mis delicados tímpanos. Y en
menos que canta un gallo me estoy enfundado la falda lápiz y salimos
pitando en busca de la farmacia de guardia más cercana. Con mi
mocoso febril a cuestas y sobre mis Louboutin logro alcanzar el
mostrador del dispensario. Abro mi bolso de cuero marrón Loewe
buscando el bien preciado: la receta.
La manceba me mira de arriba a abajo ¿qué ocurre? ¿es que nunca ha
visto a una mujer bien arreglada a altas horas de la noche y mamá a
la vez? Pues esa soy yo. Quizá el carmín no esté impecable pero el
espejo del ascensor no da para más. Mi pequeñín monísimo con su
pelele de Pili Carrera le saca la lengua. Que se aguante. Por
antipática. Abro mi monedero de Carolina Herrera, pago y nos
marchamos de allí.
De vuelta en casa estoy tan cansada que me acuesto con mi chiquitín.
¡ Es tan mono cuando duerme! ¡Si hasta parece un querubín! Con este
pensamiento, y otros muchos, me duermo pensando que mañana puedo
saltarme la clase de Pilates. Nadie sabe, mejor que yo, lo que unos
Louboutin pueden hacer por tus piernas."
Fdo. Mamá Fashion en apuros.
martes, 28 de enero de 2014
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Es totalmente compatible jejejeje deseando leer la segunda entrega ��
ResponderEliminarNo sabes lo que me rio con esta mama!!!
EliminarAsí deberíamos ser todas que salimos a veces con unas pintajas...
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