Con una nueva forma de entender el concepto de literatura ilustrada y/o gráfica, en este libro se pone voz a los dibujos y, un acto tan cotidiano como puede ser comer un yogur, es capaz de llegar a manifestar un estado de ánimo completo.
A través de 40 ilustraciones, de las cuales 38 son rostros femeninos de bellas mejillas sonrosadas, y solo dos rostros masculinos, Paula Bonet intenta plasmar la alegría, la tristeza, la rabia, el desanimo…y sin querer, o queriendo, convierte sus ilustraciones en retrato casi autobiográficos. Rostros que lloran, que esbozan una tímida sonrisa, que se reafirman y todos ellos enmarcados dentro de un suave tono azul bebé. Además te sorprenderás al encontrar incluido en el libro una lista de Spotify, creada por la autora, para acompañar tu lectura.
El título del libro dio nombre a un cuadro realizado por la ilustradora en el año 2005 y, como es obvio, queriendo dar por concluida una etapa de su vida. Etapa que es ahora cuando queda finalizada con la impresión y venta del libro.
Porque siempre estamos dispuestos a un comienzo pero nos cuesta aceptar los finales, este libro está hecho para ser visto y leído dejando el tiempo en infusión; porque cuando faltan las palabras una imagen vale más que todo un tesoro, porque son las caras las que explican las historias, porque hay muchas cosas que se pueden hacen cuando en la pantalla aparece the end.
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