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tengo la maleta a rebosar. si fuese a embarcar seguro que me harían pagar el peso extra. me gustaría poder enseñarte todo lo que contiene pero hasta para mi es una sorpresa. me iré dando cuenta según vaya necesitando cosas. habrá incertidumbres que nunca más volveré a regar. habrá conversaciones que sentaré al sol a tomar una Pepsi. habrá tres historias que cosere la una a la otra para que no vuelvan a separarse más. habrá velas e infusiones porque eso siempre viene bien. si, lo sé, eso que ves al fondo es una grúa. yo tampoco entiendo como ha entrado. llevo también las zapatillas de estar en casa. porque ahora si volveré a casa. estará Víctor, un puñado de libros y un café para aguantar el tirón.
la libreta de las ideas y un surtido de bolis desparejados. una pastilla de jabón y un rollo de papel higiénico. algo he aprendido de todo esto. un viernes con queso y vino tinto antes de cerrar. ahora solo conviene tener un sitio adonde ir.
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como recordemos el 2020 será cosa nuestra. Le podremos echar la culpa a muchas cosas. yo seré la primera en decir que había muchos pares ahí para q la cosa saliese bien. soy la primera gran catastrofista mundial. dramática por naturaleza y optimista por defecto. todos los ropajes que Juan ramón Jiménez le quito a la poesía me los puse yo. y con la barraca a todos lados. una única función a diario. no me pidan bis porque ni apuntador llevo. cosas del directo. afilo la punta al lápiz para que salga la idea principal y luego de la mano el resto. la primavera es el remedio a todo. de eso no me cabe duda. tengo los ingredientes y no hay manera de que salga la tarta. puede que acabe de darme cuenta de que el 2020 es el año de barbecho.
jueves, 30 de abril de 2020
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