no me la esperaba. jugaba con la idea de que se había mudado de ciudad, de calle, de galaxia o hasta de cafetería. y hoy, un día sin abordajes a la vista, me la encuentro ahí sentada,creando marejadas en el café, como si nada, como si todo se pudiera meter en el tiempo de un pestañeo. de etérea, ensoñación, fuego fatuo se crea de nuevo asi misma como esa chica que tintinea, crea onomatopeyas con la cucharilla y hace confundir el aliento del café con las ráfagas que trae de la calle.
tiene el ceño fruncido, está enfrascada en algo, parece que habla entre dientes y solo cuando saca su libreta del bolso parece recobrar las maneras. como el que está a punto de hacer una pillería, mira de derecha a izquierda y garabatea algo rápidamente, levanta la vista y me clava las pupilas en ángulo recto con su tabique nasal. mi cerebro se queda sin oxígeno como si llevase veinte largos buceando a capacidad pulmonar. sonríe. me ha reconocido. puedo escuchar entre los silbidos de la leche a punto de hervir como sus engranajes me han colocado en el lugar de nuestro último punto y final.
tiene el ceño fruncido, está enfrascada en algo, parece que habla entre dientes y solo cuando saca su libreta del bolso parece recobrar las maneras. como el que está a punto de hacer una pillería, mira de derecha a izquierda y garabatea algo rápidamente, levanta la vista y me clava las pupilas en ángulo recto con su tabique nasal. mi cerebro se queda sin oxígeno como si llevase veinte largos buceando a capacidad pulmonar. sonríe. me ha reconocido. puedo escuchar entre los silbidos de la leche a punto de hervir como sus engranajes me han colocado en el lugar de nuestro último punto y final.
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| lo que ocurre cuando ella no me ve |
Hoy en Just A Tea Dress suena
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