si hoy pudiese hablar con mi yo del 20 de abril del noventa me diría que me fuese haciendo a la idea de la que se venía encima. no solo por el confinamiento, que también, sino por todo lo demás, malas decisiones, no atreverme, no saber recapacitar, demasiados noes por delante .....han pasado treinta años y en esa época yo veía con mi abuelo informa semanal y escuchaba cosas del golfo pérsico que ni entendía, celtas cortos andaba melancólico y la radio se hacía eco de su nostalgia. espero que este 20 de abril del 2020 si siga quedando lo de antes cuando ya estemos en un después y que no sintamos mucho vacío pese lo ocurrido. abril, a veces, si que puede ser cruel. terriblemente cruel decía Leiva.
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me siento un poco una flanéuse de mi casa y de todos sus rincones. podría establecer un mapa de mis rincones predilectos y de los que no , en los que paso más tiempo, en el que se me ocurren buenas ideas y el otro donde las tiro a la basura, donde hablo por teléfono y donde envío mails, donde pienso, decido y no hago nunca nada o donde lo hago todo sin pensar nada. nunca he saltado en paracaídas pero esto debe ser lo más parecido. una vez lei por ahí que la primavera es el consuelo de los dioses así que pensemos que Palas Atenea pronto deje a los humanos libres por el Olimpo.
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lo que tengo claro es que cuando pueda volver a eso que llamábamos normalidad o rutina nunca volveré a dejar las cosas que me gusten para otro día o para otro momento pensando que ese mañana siempre estará ahí porque está claro que no. a partir de ahora las cosas de palacio irán deprisa y habrá que hacerle saber a Larra que aquello de vuelva usted mañana habrá que cambiarlo por un vamos a hacerlo ya mismo.
lunes, 20 de abril de 2020
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