PURA VIDA

En un mundo donde la capacidad de llorar es tan sólo un recuerdo aterriza Jonás, un hombre en estado puro, un ser con  propio ecosistema, que fuera de su hábitat natural, hará que Ariadna seque sus ojos por él.

 

 

 

Esto es Pura Vida,de José María Mendiluce una historia, que, ya te advierto, no tiene un final feliz, una historia que desgarra a sus personajes y al lector, una novela que te sacude como un terremoto.

 

Ariadna aburrida de su vida convencional, de su novio, de sus amigos, de su trabajo decide dar un giro de 180º a su vida antes de comprometerse con un futuro que no le atrae para nada. Y así aterriza en Costa Rica, en la playa y en la noche de Jonás. Allí afloran todos sus sentidos y se deja llevar por la fuerza irresistible de los rizos de un hombre que pertenece a ese oasis terrenal.

Pero para Ariadna la estancia en el paraíso tiene fecha de caducidad y debe regresar a Barcelona. Jonás, fuera de su mundo, se siente como pez fuera del agua, pero, aún así, herido de amor por Ariadna decide seguirla embarcándose en la ola más peligrosa que jamás ha surfeado.

Los hados no acompañarán a estos amantes y su destino se vuelve aciago en el momento en que Ariadna descubre como se quiebra su cintura a la vez que los rizos de Jonas flotan en el Mediterráneo que siempre había soñado.

 

 

 

Una historia de amor tan corta e intensa como largo será el momento de expiación , que tendrá que pagar Ariadna, por haberse atrevido a trastocar las reglas del paraiso costarricense.