Las tardes idílicas de té con pastas y shopping con las compañeras de oficina dejan de existir cuando tu querubín reclama a gritos que necesita aire fresco. Así llegamos a la tarde donde el tacón de mis Valentino se hunde en medio de un pegajoso chicle abandonado en la zona infantil ¿dónde demonios están las papeleras?
Así, vigilando con un ojo a mi retoño y con el otro intentando despegar esa bola rosácea de mi zapato, siento como empiezo a sudar y veo como una gota de sudor me resbala por la punta de la nariz. !Menos mal que mi maquillaje es waterproof! pero como no podía ser de otra manera mi manicura OPI salta por los aires.
A duras penas me pongo en pie , recompongo mi vestido de Roberto Torretta y ciño mi pequeño cinturón de Chanel. Un golpe de viento atusa mi melena y tambanleándome entre la tonelada de tierra del parque infantil me acerco hasta mi chiquitín que ríe sin parar ante las vicisitudes de su madre por mantener el tipo sin perder el glamour.
A partir de ahora ni un chicle más!!! Vivan los candy sweet!!!
Se acabaron los chicles jajajaja enganchada a esta madre en apuros!!! Bravo!!!
ResponderEliminarSolo caramelos...y de los que no se pegan en las muelas!!!! gracias por tu minuto para leerme!!!
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