cuando la lluvia cesó y las aguas bajaron el arca se había quedado anclada en el Ararat. el lugar prohibido de los armenios. lo ven. pero de lejos. no hay estado de alarma con fecha de caducidad para volverlo a abrazar. pienso en el Ararat como pienso en el piruli que veo desde mi terraza. tan cerca y tan lejos. la marea va a bajar y ya veremos donde nos hemos quedado anclados. los pájaros pian y eso es señal de tierra a la vista.
también llovía y mucho en la escena final de los puentes de Madison. Francesca se debatía entre la cuarentena y la libertad llena de peligros. tan sólo la separaba abrir o dejar cerrada la puerta del coche. seguro que todos hubiésemos querido que bajase pero ya no había presupuesto para más. en cuatro bodas y un funeral también llueve a mares y ni hugh ni Andy se terminan casando y de menú hubo perdices... hoy el amor es que te pidan que no olvides lavarte las manos. eso y que haya queso y vino en el frigo.
al abrir mi paquete de Amazon se ha caído al suelo una etiqueta q pone que si estoy satisfecha con el producto les deje una reseña valorable. yo siempre pongo opiniones favorables. en el corte inglés siempre pulso la carita más sonriente cuando voy a pagar. pero mi sensación es que estoy pulsando el botón que conduce a lo que viene después. si compro un libro se que me estoy llevando a casa muchas horas de felicidad y de ratos que luego compartiré con más gente. como no voy a pulsar el botón de todo ok?
nunca llueve eternamente solo es cuestión de darle al botón stop en el momento que tu quieras.
martes, 7 de abril de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


0 comentarios:
Publicar un comentario