jueves, 16 de abril de 2020

desde mi ventana

0

 mi que me gusta viajar ligera de equipaje ya he empezado a llenar una maleta de cosas para cuando esté confinamiento llegue a su fin. cosas que no quiero olvidar. la primera sería la ventana. la ventana que está al lado de mi cama. por ella empezó este impasse diario. después metería esa primavera que entró a borbotones y me dejó una bonita conjuntivitis. metería esas horas muertas, una lata de Pepsi y una bolsa de patatas. también el final de una botella de bailey's y una libreta. metería todas las conversaciones metaliterarias con mi amiga veneziana y su cámara de fotos. metería a Víctor y un par de bolígrafos, metería las noches en velas y mis intentos de ser yogui. metería los días buenos y los regulares. metería el pijama y unas infusiones. pero creo que esto ya pesa demasiado. quizá lo más prudente sea sólo lo que entre en una caja. sin pandora. quizá la llene de un poco de ruido. el ruido que hace la vida al moverse. como ahora mismo. 
mi abuelo me enseñó a montar en bici cuando era pequeña. esa bici era un desastre. estaba hecha de trozos de otras bicis. cuando no se caía un pedal no frenaba o el manillar se giraba. y yo siempre aterrizaba en el suelo. recuerdo a mi abuelo detrás de mi diciéndome siempre que no dejase de mirar hacia adelante. que ese era el secreto. quizás estos días sean un poco como volver a aprender en bicicleta, lo único que tenemos que hacer es seguir mirando al frente. sin desfallecer. 
decía carmen Martín gaite que lo raro era vivir... 
y tú que haces hoy? 

Related Posts:

0 comentarios:

Publicar un comentario